Los 5 “NO” para crear conexiones con el consumidor en social media

1.-No asustes al usuario

Los medios sociales ofrecen, entre otras cosas, la posibilidad de conocer una parte importante de la vida de los usuarios que son seguidores de la marca.

Sin embargo, el hecho de que podamos conocer lo que comparten, desde dónde, quiénes son sus contactos más cercanos y otro tipo de datos personales, no quiere decir que esta información deba de ser utilizada por las marcas para “acechar” al consumidor con promociones, ofertas y otro tipo de contenido que no le interesa conocer.

2.-No olvides ser cercano

Para establecer una conexión con su público objetivo, la marca deberá de entender su dinámica de interacción y adaptarse a las situaciones que este aspecto proponga.

De esta forma la marca deberá de hacerse cercana a su audiencia, encontrando puntos en común y presentándose como un aliado para la solución de problemas y necesidades.

3.-No forzar la relación

Dentro de los medios sociales, existen muchas técnicas para lograr que los usuarios se conectan con la marca de forma rápida, como los concursos o promociones atractivas en exceso, con lo que las marcas lograrán incrementar su base de fans sustancialmente de un día para otro.

Sin embargo, las mejores relaciones son las que nacen, se desarrollan y crecen de manera natural.

En este sentido, las marcas deberán de sí de motivar la creación de nuevas relaciones pero nunca imponiendo o forzando la construcción de las mismas si su objetivo es tener conexiones auténticas y duraderas con sus consumidores.

4.-No pidas antes de dar

No pidas tener una conexión real con los usuarios, cuando la marca no ofrece en primera instancia valor a su audiencia.

En social media la clave es ofrecer valor, calidad y utilidad al público objetivo antes de pedir que confíen en la marca para desarrollar una relación verdadera con la misma.

5.-No dejes de lado el respeto

Sin importar que tan fresca, juvenil o dinámica pueda ser la marca, el respecto -en tanto lo que se publica, como se publica y en que canales- será fundamental para conectar de forma eficaz y efectiva con la audiencia.

Esto implica no sólo expresarse correctamente, sino también aprender a diferenciar los límites que los propios internautas ponen con respecto al punto al que desean llegar en su relación con una marca.

La lista de tareas de los Community Manager

  • Escribir dos posts por semana y publicarlos en las redes sociales.
  • Enviar al menos tres tweets diarios.
  • Retuitear los tweets de otros.
  • Relacionadas con el sector de tu empresa, sigue al menos diez usuarios nuevos por semana.
  • Encuentra páginas interesantes relacionadas con tu sector.
  • Actualiza el estado de tu empresa diariamente.
  • Utiliza Google Events para comunicar.
  • Organiza un chat de video al menos una vez al mes.
  • Utiliza palabras clave en las descripciones de tus pins.
  • Pide que te recomienden continuamente.
  • Graba eventos o realiza pequeñas entrevistas con otras personas de tu mismo sector.

3 mitos en torno al puesto de Community Manager

Estar en Facebook y Twitter no es un trabajo
 
Este mito es uno de los más difundidos y en cierta forma tiene una razón de ser, ya que se piensa que el trabajo de CM es únicamente estar en Facebook o Twitter como lo hace cualquier persona con sus perfiles. Esto es totalmente falso, ya que a nivel personal la publicación no tiene un orden y mucho menos una estrategia de marketing o comunicación detrás.
 
A nivel profesional, el trabajo en Redes Sociales implica considerar muchos factores como  la generación de matrices de contenido, realizar la medición de audiencia, de alcance de las publicaciones, determinar la amplificación, el engagement, brindar respuesta en periodos establecidos, hacer Buzz Monitoring para ORM, etc.
 
Puedo afirmar categóricamente que el trabajo profesional en Redes Sociales es completamente diferente a lo que hace cualquier persona con sus perfiles personales.

Es un empleo glamoroso
 
Mucha gente piensa que ser Community Manager es un empleo lleno de glamour, ya que involucra trabajar con las tecnologías de moda y haciendo algo divertido. Por desgracia este empleo es menos glamuroso de lo que parece a simple vista, ya que implica mucho trabajo de planeación, pero sobre todo de ejecución, y en muchas ocasiones se vuelve esclavizante porque dependiendo la empresa es el volumen de interacción que se tiene y obliga a estar más tiempo del normal trabajando para atender los perfiles o generando reportes.

Cualquiera puede ser CM
 
Este mito es el que más daño le hace al trabajo de Community Manager y está vinculado estrechamente con el primero que menciono. Lamentablemente hay quien piensa que cualquier persona puede ser CM ya que creen que se la pasan en Facebook todo el día enterándose de la vida de otros.
 
Un Community Manager debe ser alguien que cuente con ciertas habilidades muy especiales, que honestamente es complicado encontrar; entre otras cosas debe contar con una excelente ortografía y Redacción, debe tener notables habilidades para la comunicación escrita, tiene que ser creativo, autodidacta y sin duda responsable.
 
Yo me atrevería a contratar a alguien como CM si no tuviera Facebook, pero sus habilidades para escribir fueran muy buenas, ya que el trabajo es en un 80% de comunicación.
 
Cualquier persona puede aprender a utilizar un software con la preparación y el tiempo adecuados, pero aprender a comunicar, a diseñar mensajes de acuerdo a objetivos concretos, es algo que no cualquiera puede hacer, de ahí que sea tan complicado para las empresas y agencias el contratar gente para este puesto.

11 consejos para lidiar con éxito con las quejas de los clientes

Las quejas de los clientes no tienen por qué ser necesariamente algo negativo. Si se gestionan adecuadamente, pueden ser aprovechadas por las empresas para convertir a clientes insatisfechos en clientes fieles. El portal Marketing & Trendinformationen recomienda seguir estos once consejos para tramitar adecuadamente las quejas de los clientes:
1. Ponerse en el lugar del cliente y esforzarse por crear una atmósfera amable y cordial.
2. Dar las gracias al cliente por ponerse en contacto con la compañía para formular sus quejas.
3. Mostrar comprensión por la insatisfacción del cliente y pedirle perdón por las molestias que la compañía le haya podido ocasionar.
4. Escuchar al cliente con atención y ayudarle a expresar con palabras su insatisfacción.
5. Formular preguntas abiertas al cliente: cuándo, dónde y cómo.
6. Disculparse si la queja del cliente es justificada y garantizar que ésta se resolverá en el menor tiempo posible.
7. Buscar una solución conjunta al problema y tener, por lo tanto, en consideración las propuestas del cliente para resolver las quejas.
8. Resolver las quejas lo más rápido posible. Cuanto antes se gestione una queja, más probabilidades habrá de que el cliente permanezca fiel a la empresa.
9. Asegurarse de que el cliente entiende y acepta las condiciones de la empresa para ganarse su confianza a largo plazo.
10. Contactar con el cliente una vez se ha dado respuesta a su queja para asegurarse de que ésta cuenta con su aprobación.
11. No olvidar nunca que las quejas de clientes requieren un tratamiento rápido y justo.

Cómo gestionar las quejas de los clientes

Una queja es una declaración del cliente relativa a una o varias expectativas que nuestros productos o servicios no han sabido satisfacer.

Las quejas nos proporcionan información para mejorar nuestros productos o servicios. Debemos pensar en el tratamiento de las quejas como una oportunidad para saber más a cerca de nuestros productos y nuestros clientes. Tenemos que considerarlas desde el punto de vista del cliente.

Hay empresas y vendedores que califican las quejas como negativas. Sin embargo, tan sólo el 1% de los clientes intentan aprovecharse con sus reclamaciones.

Si ignoramos las quejas o hacemos frente a ellas de forma deficiente, probablemente perderemos los clientes. No obstante, las quejas tratadas correctamente crean vínculos estrechos con los clientes.

Según la consultora Bain & Co de Boston, al reducir la tasa de deserción de clientes, los beneficios pueden aumentar de un 25% al 95%. Resulta nueve veces más costoso atraer un nuevo cliente que retener un cliente existente, por lo que es crítico conservar contentos a los clientes.

Un 25% de los clientes tienen algún problema durante el proceso de compra. De ellos, un gran porcentaje no se quejan ante productos o servicios deficientes. Además, si el precio del producto es relativamente bajo, el porcentaje es aún mayor.

La mayoría de los consumidores tienen la impresión que protestar es una fuente de molestia adicional, una pérdida de tiempo, creen que no va a servir de nada o no saben como pueden quejarse.

Ante productos o servicios deficientes los clientes pueden comportarse:

a) De forma pasiva, no protestan.
b) Comunican al vendedor o la empresa la situación.
c) Dejan de comprar y comunican a todos sus conocidos sus experiencias negativas.
d) Inician acciones legales o presentan reclamaciones ante organizaciones de usuarios, oficinas de información al consumidor, juzgados...

Hay dos grupos de quejas:

a) Aquellas que los clientes quieren que se solucionen.
b) Aquellas que ya no pueden ser solucionadas, pero los clientes quieren ser escuchados y pueden esperar una excusa sincera, un descuento o un regalo.

Ante las quejas nunca debemos discutir con el cliente, tratarlo bruscamente, evitar dar respuestas, realizar promesas que no se puedan cumplir, mostrar indiferencia, obviar nuestra responsabilidad, realizar un interrogatorio.

¿Cómo debemos gestionar las quejas que nos puedan presentar nuestros clientes?

1) Expresar las gracias por la información que nos facilitan.
2) Escuchar con atención. Transmitir sensación de tranquilidad. Hacer que el cliente se sienta importante.
3) Pedir disculpas por el error, sin justificarnos.
4) Prometer una solución inmediata respecto al problema.
5) Solicitar la información necesaria para encontrar la solución.
6) Corregir el error rápidamente y poner todos los medios necesarios para que no vuelva a repetirse la situación.
7) Comprobar el nivel de satisfacción del cliente.
8) No tomar las críticas como algo personal.

Debemos tener una actitud positiva y proactiva ante las quejas. Estas tienen que ser atendidas con prontitud ya que son una oportunidad para mejorar y recuperar la confianza de los clientes.

El proceso de tratamiento de las quejas debe ser visto como una inversión, y no como un gasto. Debemos animar a nuestros clientes a que se quejen, para ello es preciso recompensar a aquellos que nos presenten reclamaciones.

Cómo manejar las quejas y reclamos del cliente

En todo negocio siempre existirán las quejas y reclamos por parte del cliente, ya sea que se trate de un cliente muy exigente, o seamos nosotros mismos los que hayamos cometido algún error, por ejemplo, al haber vendido un producto defectuoso, o al haber brindado un mal servicio o una mala atención.

Cada vez que surjan estos problemas, una regla general en el manejo de las quejas y reclamos, es mantener la calma en todo momento. Siempre debemos mantener una actitud serena y por ningún motivo discutir con el cliente.

Ante la aparición de estos inconvenientes, debemos ser conscientes de que nos encontramos en una situación difícil, pero antes de preocuparnos por perder al cliente y de que cuente su mala experiencia a otras personas, debemos tomar la situación como una oportunidad para:
  • conocer la opinión del cliente: algunos clientes nunca se quejan, y el que uno lo haga es una oportunidad para saber en qué estamos fallando y qué debemos corregir.
  • reforzar nuestra relación con el cliente: una queja o reclamo es una oportunidad para que el cliente se sienta escuchado y útil, para mostrarle nuestro interés por atenderlo, y una oportunidad para que, además de satisfacer su solicitud, poder ir más allá de sus expectativas.

 
Veamos a través de los siguientes pasos, cómo debemos proceder ante las quejas o reclamos del cliente, y cómo es que podemos convertir el problema en una verdadera oportunidad:

1. Afrontar el problema

El primer paso para manejar las quejas y reclamos del cliente, es afrontar el problema y atender la queja o reclamo tan pronto como nos sea posible.

En caso de que seamos nosotros los que hayamos cometido algún error, no debemos esperar a que el cliente nos lo haga saber, sino que debemos anticiparnos a su queja o reclamo, acercarnos o comunicarnos con él, y afrontar el problema.

2. Escuchar atentamente

En segundo lugar debemos escuchar atentamente la queja o reclamo del cliente, y hacer las preguntas que sean necesarias para asegurarnos de haber comprendido bien el problema.

Ello nos permitirá, además de poder entender el problema, poder demostrar nuestro interés por su situación, lo que a su vez nos ayudará a apaciguarlo.

Por el contrario, si al contarnos su queja o reclamo, estamos distraídos, por ejemplo, mirando hacia otro lado mientras él nos habla, ello podría molestarlo aún más, y empeorar la situación.

3. Ofrecerle disculpas

Una vez entendido el problema debemos ofrecerle nuestras disculpas.

Para ello podemos usar frases como “le ruego que nos disculpe”, o “le agracemos que nos haya manifestado su queja”, y a continuación, de ser necesario, darle una breve excusa por lo sucedido.

El ofrecer disculpas nos permitirá hacerle saber al cliente que hemos comprendido el motivo de su queja o reclamo, lo que también nos ayudará a apaciguarlo.

En caso de que el problema haya sido sólo un malentendido, simplemente podemos darle las explicaciones del caso.

4. Resolver el problema

El siguiente paso es resolver el problema tan pronto como nos sea posible.

Para ello podemos nosotros mismos tomar la iniciativa, o podemos optar por preguntarle al cliente cómo es que quisiera que resolviéramos el problema.

Tal vez el cliente quiera que le reemplacemos un producto defectuoso, o que le devolvamos el dinero invertido en algún producto. En estos casos, siempre que nos sea posible, debemos satisfacer al cliente y darle lo que nos pide.

En caso de que se trate de un problema que no podemos resolver inmediatamente, debemos prometerle que vamos a solucionarlo lo más pronto posible, empezar inmediatamente con las gestiones del caso, hacer seguimiento, y luego asegurarnos de que el cliente haya quedado satisfecho.

Y en el caso de que sólo quiera quejarse del un mal servicio o una mala atención, sólo nos queda ofrecerle nuestras disculpas, y prometerle que ello no volverá a suceder.

En este punto, hay que resaltar que es recomendable delegar autoridad a nuestros trabajadores para que ellos mismos sean capaces de atender y solucionar las quejas o reclamos del cliente, y no tengan, por ejemplo, que ir donde otros trabajadores para pedirles que resuelvan el problema, o tengan que ir donde un superior para consultar la decisión a tomar. Mientras más rápido atendamos y resolvamos la queja o reclamo del cliente mucho mejor será.

También debemos resaltar que todas las quejas y reclamos no siempre serán válidas, debemos en lo posible tratar de satisfacer las solicitudes del cliente, pero en ocasiones tendremos que hacerle saber serenamente que esta vez no tiene la razón.

5. Ofrecer “algo más”

Y, finalmente, el punto más importante en el manejo de quejas y reclamos del cliente, consiste en, además de haber satisfecho su queja o reclamo, siempre que nos sea posible, ofrecerle “algo más”.

Por ejemplo, si el cliente quiso que le reemplazáramos un producto defectuoso, además de reemplazarlo por uno nuevo, podemos optar por brindarle un bono de descuento.

Si quiso que le devolviéramos su dinero por haberle vendido un producto dañado, además de devolverle su dinero, podemos optar por otorgarle un nuevo producto gratis.

En caso de que se haya quejado por algún error nuestro, una vez solucionado el problema, podemos optar por ofrecerle un producto o servicio adicional gratis.

Y en caso de que se haya quejado por un mal servicio, podemos optar por no cobrarle por el servicio brindado u ofrecerle un producto adicional.

El dar “algo más”, nos permite compensar al cliente por su tiempo perdido y por las molestias que pudo haber tenido.

Además, nos permite, una vez satisfecho su queja o reclamo, ir más allá de lo esperado y superar sus expectativas, lo que muy probablemente hará que recuerde nuestro proceder mucho más que el problema original y, además, que se lleve una buena impresión de nosotros más de la que podría haberse llevado si es que no hubiera habido complicación alguna.

Factores que influyen en la decisión de precios


Mi perfil

Julio Carreto:
Ingeniero Civil, Maestría en Administración con especialidad en Comercialización Estratégica.
Diplomado en Mercadotecnia, Diplomado en Administración de Ventas.
Consultor Especialista en Planeación de Negocios, Planeación Estratégica y Comercialización Estratégica.
Catedrático de Maestría, Diplomado y Licenciatura

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Este Blog no tiene fines de lucro, ni propósitos comerciales, el único interés es compartirlo para fines educativos con estudiantes y docentes del tema.