Por Mike Templeman y Jenna Schnuer 01-06-2015
Si eres emprendedor, seguro has escuchado un millón de razones para no empezar un negocio: es muy arriesgado, puedes endeudarte, probablemente te quitará el sueño, tu vida social se acabará, y así sucesivamente. Pero a pesar de todas estas incertidumbres, la gente sigue sintiéndose atraída por el mundo empresarial. Las razones para dar el salto y arrancar una empresa son tantas como las que hay para no hacerlo, si no es que más. Aquí te mostramos sólo algunas:
1. Tiempo libre. Esto puede que no sea de inmediato, pues al principio vas a trabajar más horas por una paga menor. Si lo haces bien, puedes organizar mejor tu horario y vivir la libertad que brinda ser emprendedor.
2. Una historia que contar. Siempre que le digo a alguien que tengo mi propio negocio, quieren saber qué hago, cómo lo hago y qué tal me va. Invariablemente puedo ofrecerles una o dos historias, y la mejor parte es que yo determino los capítulos de estas historias. Cuando las personas trabajan para una compañía, lo más probable es que aporten menos.
3. Beneficios fiscales. Los emprendedores (incluidos los profesionistas independientes) tienen la oportunidad de aprovechar algunas ventajas fiscales. Muchos pueden deducir gastos como viajes, alimentos, cuentas de teléfono, una parte de los pagos del auto, y la lista sigue. Además, ciertas empresas reúnen los requisitos para recibir incentivos gubernamentales. Asegúrate de preguntar a tu contador a qué beneficios fiscales tienes derecho.
4. Orgullo. Crear algo exitoso es una sensación grandiosa. Tuviste una visión, fuiste capaz de llevarla a cabo y tienes la satisfacción de decir: “yo hice esto”. En contraste, es difícil sentirse orgulloso cuando presentas a tu empleador la millonésima solicitud de contratación de servicios.
5. Tu legado. Si eres médico, plomero o conductor de autobús es difícil imaginar que dejarás tu puesto a tus seres amados. Pero si tienes tu propio negocio, es algo que puedes heredar a la siguiente generación y sentirte orgulloso de ello (al ser el creador).
6. Seguridad laboral. ¿Alguna vez te han despedido? Si es así, lo entenderás. Al ser em-prendedor la seguridad reside en el hecho de que tú eres tu propio jefe. Tú estás a cargo y no tienes que preocuparte por quedar desamparado.
7. Creación de redes. Los emprendedores somos criaturas comunitarias. Amamos reunirnos, intercambiar historias y aprender de las experiencias de los demás. Tu círculo de amistades y conocidos siempre crece cuando te conviertes en emprendedor, pues muchos fundadores de negocios necesitan apoyarse en otros para sobrevivir y hablar de los retos que sólo ellos conocen.
8. Hacer el bien. Aunque esto no es exclusivo de los emprendedores, definitivamente es un privilegio. Tú puedes controlar el destino de las ganancias de tu empresa y, si así lo decides, distribuir dichas utilidades entre los demás. Incluso, puedes patrocinar a una organización de beneficencia o sin fines de lucro o retribuir algo a la comunidad a título personal. Sinceramente, esta es una de las mejores partes de ser emprendedor.
9. Innovación. Los humanos amamos las experiencias nuevas, pero rara vez descubrirás cosas novedosas desde tu cubículo. Todo esto cambia cuando tú eres el que manda. Iniciar tu propio negocio te garantizará que siempre enfrentarás retos distintos y experimentarás algo nuevo.
10. Tutoría. Tener mentores y luego convertirse en uno de ellos es una de las experiencias más enriquecedoras de la vida. Aprender de los maestros y ayudar a los menos experimentados te da una gran satisfacción. De acuerdo con la experiencia de quien empieza un negocio, la comunidad emprendedora siempre está dispuesta a retribuir y ayudar.
11. Convertirte en un experto. Esto va de la mano con la tutoría. Sin importar qué hagas como emprendedor, si persistes probablemente serás muy bueno. Y eso te ofrecerá una especie de tribuna, así que úsala. Tendrás la oportunidad de conceder entrevistas gracias a tu experiencia, escribir al respecto y difundir tu mensaje.
12. Habilidades. La gente suele preguntarle a los emprendedores cómo aprendieron acerca de la optimización de motores de búsqueda, redes sociales, publicidad por Internet, relaciones públicas y todas las demás técnicas de mercadotecnia que emplean. La respuesta es que se han visto obligados a aprender; de otra forma, no habrían sobrevivido. De la misma forma en que han tenido que aprender a hacer una hoja de cálculo, elaborar un presupuesto y negociar alquileres, algunos han adquirido muchas otras habilidades porque era el único recurso con que contaban. Aunque desarrollar nuevas destrezas puede ser difícil y toma tiempo, los resultados lo compensan con creces. Esta experiencia será invaluable a lo largo de tu vida.
13. Determinación. Todo lo que hagas como emprendedor afectará tu vida personal. Algunos que iniciaron su negocio hace poco más de una década no acostumbraban comprometerse con los cambios. Sin embargo, ser emprendedor por más de 10 años los ha obligado a volverse más dedicados y decididos. Ahora pueden seguir un programa de ejercicios con mucha mayor facilidad. La determinación adquirida los ha impulsado incluso a ser mejores padres y esposos.
14. Reconocimiento. Hay, literalmente, miles de premios locales, regionales y nacionales que reconocen a los emprendedores en cada área e industria. Si bien esta no debería ser tu única razón para tener tu propio negocio, hay que dejar en claro que recibir estos reconocimientos brinda grandes satisfacciones.
15. Independencia financiera. Seamos honestos: esta es probablemente la razón principal por la cual le gente emprende negocios por su cuenta. ¡Y eso es bueno! Tú también deberías buscar independencia financiera. Sin importar cómo la definas —ahorro para tu retiro, disponibilidad ilimitada de efectivo o tener el dinero para comprar lo que quieras—, emprender puede permitirte conseguirlo. El dinero no compra la felicidad, pero hace mucho más fácil encontrarla.
16. Reinvención. Existen emprendedores que han fundado y vendido varias compañías a lo largo de su carrera. Cada venta es una oportunidad de reinvención. Como emprendedor puedes ser lo que quieras ser, esto en comparación a sólo estudiar una carrera y dedicarte por completo a ella, lo que te deja poco margen para reinventarte.
17. Cambiar el mundo. Muchos se burlan cuando escuchan a un emprendedor decir que va a cambiar el mundo. Hay que aceptarlo: es difícil imaginar cómo una isla de accesorios para teléfono celular en un centro comercial puede cambiar el mundo. Pero hay algunos que tienen éxito. Mira a Elon Musk, Bill Gates, Sergey Brin y una infinidad de emprendedores más que lo han conseguido en mayor o menor medida.
18. Crear empleos. No hay nada como la satisfacción de saber que eres responsable del éxito de tus colaboradores. Tus ideas les han brindado la oportunidad de ganarse la vida, mantener a su familia y cumplir sus propios sueños.
19. Tu marca. Ser conocido por algo es extremadamente satisfactorio. La gente puede empezar a llamarte “el tipo de la mercadotecnia”, “el experto en ventas al menudeo” o “el gurú del software”. Cualquiera que sea la forma en que te reconozcan, es divertido construir esa marca y ganar ese reconocimiento.
20. Tu razón. Lo anterior es una lista de las razones por las que deberías iniciar un negocio. Pero la que más importa es tu propio motivo para hacerlo. ¿Cuál es? Sabemos que será una buena razón.
Fuente: http://goo.gl/QVXj8A
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