Por Luz Pérez Baz
Una historia, si se
construye bien, tiene el poder de conmover no sólo al corazón y los
sentimientos, sino también a la mente y la cartera del público que ve o escucha
esa historia. En este post te cuento cuáles son las 5 claves
básicas que debes tener en cuenta para que tu storytelling tenga
gancho y cumpla tus objetivos de marketing y branding.
Las historias
funcionan muy bien para conectar emocionalmente y generar empatía, por lo quepracticar el storytelling te
sirve para trabajar el engagement (conexión y relación) entre
tu marca y tu público.
No obstante, te
recomiendo practicar el “arte de contar historias” también como estrategia para
otras ocasiones en las que tu objetivo pueda ser por ejemplo la necesidad de
tener que convencer a una junta directiva o a un grupo de empleados para que
respalden un nuevo proyecto o medida; lograr nuevos inversores para tu empresa;
atraer el interés de los medios de comunicación; ¡movilizar a la gente por una
causa ó hasta conseguir un empleo!
Sea cual sea el
objetivo que tengas, te recomiendo ser estratega y practicar la técnica del
storytelling sí o sí.
Como dice Seth
Godin, máximo exponente del marketing contemporáneo «El marketing ya no
va de lo que haces sino de las historias que cuentas»
Lo primero que
debes plantearte es:
¿Cuál es tu
objetivo? Es
decir, ¿qué quieres conseguir?
Teniendo claro tu
objetivo, pongámonos manos a la obra para crear una buena historia.
1. Define con quién quieres conectar a
través de la historia que vas a contar
Como señala Peter
Guber, autor de ‘Storytelling para el éxito’: “un buen narrador o
“Storyteller” es aquel que comprende que es mucho más
importante interesarse en la audiencia que parecer interesante.” ¿Por qué? Porque
si te interesas por saber cómo es, qué piensa y qué siente tu audiencia, sabrás
cómo empatizar, lo cual te permitirá captar su atención e interés.
Por tanto: antes de
nada ponte a investigar sobre el público objetivo con el que quieres conectar.Averigua cómo
piensa, cuáles son sus intereses, preocupaciones, miedos, anhelos, aspiraciones
y necesidades en este momento concreto. Así podrás afinar
el argumento de tu historia para captar su interés.
2. Tócale la fibra o métele
el dedo en la llaga
Decide a través de
qué emoción quieres conectar y empatizar con tu público. Puedes
empatizar a través de una preocupación que sabes que siente tu
público objetivo, así como también a través deuna necesidad, un miedo, una
emoción o un sentimiento.
Pero ojo!!! Sea
cual sea la forma en la que le toques la fibra o le metas el dedo en la llaga,
al finalplantea
la resolución de tu historia de forma que la percepción y asociación de tu
marca con esa historia sea positiva.
3. Define qué percepción quieres que se
tenga de tu marca
Así te será más
fácil saber qué
ideas y valores representar en tu historia.
4. Planteamiento, nudo y desenlace
Toda historia bien
contada ha de seguir ese esquema de tres fases: planteamiento, nudo y
desenlace. No obstante, como ocurre en el cine, también puedes comenzar una
historia desde el nudo (un conflicto, un problema, una promesa, un suceso,
etc.) e incluso desde el desenlace y de ahí retroceder hasta sus orígenes.
La clave para
captar la atención es situar al público en un contexto emocional.
Es decir, el
planteamiento de tu historia tiene que generar de algún modo suspense,
intriga o curiosidad para que el público se sienta motivado a querer
saber qué pasa. Piénsalo: rara vez nos enganchamos a una historia si no
detectamos en su trama un reto interesante, un desafío, una intriga, un
problema con el que nos sentimos identificados o una situación que nos
conmueva.
5. Define el personaje que encarnará
los valores de tu marca
Grábate bien estos
consejos:
·
Toda
historia ha de tener como
mínimo un personaje para que nos importe lo que sucede en el relato que se nos plantea: un personaje al que
tiene que ocurrirle algo (positivo o negativo, según el caso) para que el
público pueda identificarse o simpatizar con él.
·
No muestres a tu empresa o marca como protagonista
de la historia sino como parte del contexto donde tiene lugar el relato. Es decir, como
elemento clave que indirectamente incide y repercute de algún modo en esa
historia.
·
El protagonista debe ser un personaje anónimo
con el que el público pueda empatizar.
·
Este personaje es el “héroe” que encarnará los
valores de tu marca o empresa. Y recuerda: ese personaje debe ser el
protagonista.
·
Cuanto más vulnerable parezca, más cercano
resultará. Es decir, tendemos
a sentir mayor conexión emocional con personajes anónimos cuyas luchas e
inquietudes los hacen parecer auténticos y vulnerables en torno a temas que nos
resultan conocidos por experiencia propia como el amor, la esperanza, el miedo,
la aventura, el esfuerzo o la lucha por los sueños.
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