El proceso de comunicación
Pensamiento:
En primer lugar, la información existe en
la mente del emisor. Esto puede ser un concepto, idea, información, o
sentimientos.
Codificación:
A continuación, se envía un mensaje a un
receptor en palabras u otros símbolos.
Decodificación:
Por último, el receptor traduce las
palabras o símbolos en un concepto o la información que él o ella puede
entender.
Durante la transmisión del mensaje,
dos elementos serán recibidos: contenido y contexto.
El contenido es la expresión real o símbolos del
mensaje que se conoce como el lenguaje - el habla y la escritura combinan en
frases que hacen que el sentido gramatical y semántica.
El contexto es la forma en que el mensaje se entrega
y se conoce como paralenguaje, son los elementos no verbales en el
habla como el tono de voz, la mirada del remitente, el lenguaje corporal,
gestos de manos, y el estado de las emociones (ira, miedo, la incertidumbre, la
confianza, etc) que
pueden ser detectados.
Algunos líderes creen que han
comunicado algo una vez que se lo dijeron a alguien. ¿Cómo sabes que ha sido
recibido correctamente? Por dos vías de comunicación o retroalimentación.
Barreras de la comunicación
“Nada es tan simple que no puede
ser mal interpretado”.
Freeman Teague, Jr.
Existen Muchas barreras:
Cultura,
de fondo, y el sesgo. Permitimos que nuestras
experiencias pasadas puedan cambiar el sentido del mensaje.
Ruido.
El ruido ambiental dificulta la
comunicación clara.
Nosotros
Mismos. Se centra en nosotros mismos, en lugar de
la otra persona puede llevar a confusión y conflicto.
Percepción.
Nuestras actitudes preconcebidas afectan
a nuestra capacidad de escuchar. Escuchamos acríticamente a las personas de
estatus elevado e ignoramos a los de baja condición.
Mensaje.
Suceden
distracciones semánticas cuando nos
centramos en los hechos en lugar de la idea.
Medio
Ambiente. Luces brillantes, una persona atractiva,
curiosidades, o cualquier otro estímulo que proporcione una distracción
potencial.
Asfixia.
Damos por sentado el hecho de que enviar
la información útil es automático y que las personas nos comprenden.
Estrés.
La
gente no ve las cosas de la misma forma cuando están bajo estrés.
Estas barreras pueden ser
consideradas como filtros, es decir, el mensaje sale del emisor, pasa por los
filtros anteriores, y entonces es escuchado por el receptor. La manera de
superar los filtros es a través de la escucha activa y la retroalimentación.
La escucha activa
Oír y escuchar no son la misma
cosa.
La audición es el acto de percibir
el sonido. Es involuntaria y simplemente se refiere a la recepción de los
estímulos auditivos.
Escuchar es una actividad selectiva
que consiste en la recepción y la interpretación de los estímulos auditivos. Se
trata de decodificar el sonido en el significado.
Escuchar se divide en dos
categorías principales: activos y pasivos. Escucha pasiva es poco más que la
audición. Se produce cuando el receptor del mensaje tiene poca motivación para
escuchar con atención, como cuando se escucha música, narración de cuentos, la
televisión, o cuando siendo corteses.
La
gente habla de 100 a 175 palabras por minuto (PPM), pero se pueden escuchar de
manera inteligente en 600 a 800 palabras por minuto.
Dado que sólo una parte de nuestra
mente está prestando atención, es fácil ir a la deriva la mente (pensando en
otras cosas mientras se escucha a alguien, la cura para esto es la escucha
activa) que implica escuchar con un propósito. Se puede obtener información,
obtener direcciones, entender a los demás, resolver problemas, el interés de
compartir, ver cómo se siente otra persona, para mostrar su apoyo, etc.
Se requiere que el oyente atiende a
las palabras y los sentimientos del emisor para la comprensión. Se necesita la
misma cantidad o más energía que hablar.
Se requiere el receptor para
escuchar los distintos mensajes, comprender el significado, y luego verificar
el sentido de ofrecer comentarios.
Rasgos de los oyentes activos
• Pase más tiempo escuchando que
hablando.
•
No
termina las oraciones de otros.
• No responde a las preguntas con
preguntas.
• Son conscientes de los
prejuicios. Todos los tenemos. Tenemos que controlarlos.
• Nunca se preocupan por sus
propios pensamientos cuando otros hablan.
• Deja la conversación en otros
oradores. No domina las conversaciones.
• Piensa las respuestas para cuando
los demás han terminado de hablar.
• Proporcionar retroalimentación,
pero no interrumpen sin cesar.
• Analizar mirando a todos los
factores pertinentes y hace preguntas abiertas.
• Introduce a otros resumiendo.
• Mantiene las conversaciones sobre
lo que otros dicen, no en lo que le interesa.
• Tome notas breves (mentales).
Esto los obliga a concentrarse en lo que se dice.
Retroalimentación
“Cuando uno sabe algo, diga lo que sabe.
Cuando no sabe algo, diga no lo sé. Ese es el conocimiento”. Kung Fu Tzu
(Confucio).
El propósito de la
retroalimentación es modificar los mensajes para la intención del comunicador
original se entiende por el comunicador segundo. Incluye las respuestas
verbales y no verbales con el mensaje de otra persona.
Proporcionar retroalimentación se
logra parafraseando las palabras del remitente. Reafirmar los sentimientos del
remitente o de las ideas en sus propias palabras, en lugar de repetir sus
palabras. Sus palabras deberían decir: "Esto es lo que entiendo, estoy en
lo correcto?" No sólo incluye las respuestas verbales, sino también los no
verbales.
Carl Rogers enumera cinco
categorías principales de la retroalimentación:
De
evaluación: hacer un juicio acerca del valor,
la bondad o la conveniencia de la declaración de la otra persona.
Interpretación:
Parafraseando, tratar de explicar lo que
la declaración de la otra persona quiere decir.
Apoyo:
El intento de ayudar a reforzar el
comunicador o de otros.
Sondeo:
Intentar obtener información adicional,
continuar el debate, o aclarar un punto.
Comprensión:
tratando de descubrir por completo lo que
el comunicador de otros medios por sus declaraciones.
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