¿Qué es la gestión de cambio organizacional?

¿Qué es la gestión de cambio organizacional?

Primero que nada, hagamos esta pregunta: ¿Es verdaderamente necesario hacer cambios? ¿Por qué es tan complicado gestionar cambios en las empresas? ¿Cómo reacciona el personal durante el proceso de cambio y por qué se da este fenómeno? ¿Hay aceptación o negatividad a la resistencia?

La gestión cambio organizacional es la estrategia de las necesidades de un cambio. Este concepto se basa en la premisa de que en la organización exista un mejor desempeño en general, y que la empresa debe tener la facultad de adaptarse a las modificaciones que puede sufrir por parte del entorno dinámico que le rodea, por medio del aprendizaje colectivo.

En vísperas de un moderno comportamiento organizacional, es necesario una correcta planeación para poder determinar cuándo se ejecutará este en la empresa, para ello es necesario identificar sus problemas y defectos, así como posibles errores que la empresa padece, teniendo bien en mente el cambio que este va a producir. Todo esto es para responder asertivamente a las preguntas: ¿Por qué el cambio? ¿Para qué el cambio? ¿A qué dirección llevará a la organización?

¿Cuál es la importancia de la gestión de cambio organizacional?

Su importancia radica en que la organización se compone de elemento humano de modo que la gestión de cambio organizacional significa “cambiar” positivamente la conducta de las personas. Si no se logran cambios, la empresa se estanca, no avanza y va reteniendo el know how conocido cómodo, no destaca ni compite en el mercado de empresas de calidad total. Cada entidad tiene que asimilar el cambio y gestionarlo para poder competir, adaptarse al ambiente, puesto que la gestión del cambio organizacional es la dirección del futuro. Así se podemos decir que el cambio agrega valor a la organización.

Desgraciadamente este cambio involucra al factor humano, un factor que es muy emocional. Entonces como el comportamiento se basa en emociones, este puede llegar a chocar con el cambio organizacional que queremos lograr, inclusive con la alta dirección. Es por tanto, el cambio organizacional un proceso emocional dentro del personal, por lo tanto, la flexibilidad en este proceso es fundamental. Esto quiere decir, modificar la disposición y procesos dentro de la alta dirección. Todo esto no quiere decir otra cosa, sino que el personal debe de ceder cuando el cambio así lo requiera, comprender el cambio, porque este les permitirá hacer sus tareas con mayor facilidad.

En el proceso de gestión de cambio organizacional, lo peor que nos podemos encontrar es la resistencia al cambio, que es muy común y se puede dar por diversos motivos (no hay información suficiente, falta de comunicación de los cambios, una visión personalizada y evidentemente negativa del cambio). Para remediar este problema hace falta un correcto liderazgo que comunique asertivamente al personal subordinado y que estos asimilen correctamente los planes de cambio.

En la actualidad, ante los cambios bruscos que sufren las organizaciones, y que estos no solo se vuelven más frecuentes, sino que, estos cambios se vuelven más profundos. Un ejemplo de esto lo vemos en las personas que laboraban con máquina de escribir y de pronto tuvieron que emigrar al sistema informático.

Las computadoras que hoy en día son nuestro instrumento diario y que inclusive las cargamos en los bolsillos, en los años 90 por ejemplo había un cambio con relación a cambiar la máquina de escribir. Conforme paso la década, se les fue perdiendo el miedo a las computadoras que otros años funcionaban con FORTRAN IV y ocupaban cuartos o pisos enteros. Y aunque existen quienes añoran sus máquinas de escribir como escritores y periodistas, en cualquier trabajo de oficina o administrativo es indispensable ya no conocer, sino a veces dominar la paquetería Office.

Cuando la gestión de cambio no es la apropiada, se va perdiendo la motivación y se genera desconfianza con los mandos superiores, se pueden echar a perder horas de trabajo, inclusive se pueden perder puestos de trabajo. Si esta situación empeora, los miedos a los cambios que se vienen en el futuro se vuelven aún más injustificables. Aprovechar para la corporación las novedades del entorno siempre la puede beneficiar. La clave está, en anticiparse a ellos, no de implementarlos sin conocimiento de causa.


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Mi perfil

Julio Carreto:
Ingeniero Civil, Maestría en Administración con especialidad en Comercialización Estratégica.
Diplomado en Mercadotecnia, Diplomado en Administración de Ventas.
Consultor Especialista en Planeación de Negocios, Planeación Estratégica y Comercialización Estratégica.
Catedrático de Maestría, Diplomado y Licenciatura

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