Consejos del Negociador

  • Crea hábitos simples que te ayuden a tener un estilo de vida saludable. Tu mejor inversión eres tú mismo. 
  • Conoce todas las posiciones de tu empresa, desde las más elementales hasta las más complejas. Si conoces el negocio desde sus entrañas, podrás ser un mejor líder para tu equipo.
  • Atrévete a intentar cosas nuevas y creativas para incrementar tus ventas, por muy loca o ridícula que parezca la idea. 
  • El secreto para hacer un muy buen negocio en una transacción comercial no se da al momento de vender, sino al momento de comprar. Ahí está la clave. 
  • Tu palabra es una mina de oro. Tus acciones valen tanto como tu empresa o tu emprendimiento. Honra tu palabra y cuida tu reputación; este será tu principal activo.
  • Cuando tu empresa te lo permita, busca diversificarte en otro negocio que suponga una nueva aventura. Así evitarás poner todos los huevos dentro de la misma canasta y contendrás mejor el riesgo de una amenaza en tu industria. Además, aprenderás nuevas habilidades. 
  • Vender tu empresa no es un fracaso. Si bien un gran empresario se enamora de su proyecto y se entrega con mucha pasión, también debe ser lo suficientemente inteligente para dejarlo ir si se da una buena oportunidad. 
  • El comercio es uno de los modelos de negocio más nobles que existen. Es una buena forma de comenzar porque no necesitas de un gran capital y puedes ir creciendo poco a poco. Empieza vendiendo lápices y gomas; si te enfocas y lo haces bien, pronto tendrás tus propias papelerías. 
  • Si de verdad eres un emprendedor, lo primero que debes sentir es pasión. Porque esa emoción es la que separa a los verdaderos emprendedores de los que no lo son. No importa sí esta emoción no te sucedió de niño y la encontraste muchos años después. La pasión no tiene edad. 
  • Mantén tu propósito siempre claro. Define lo que quieres para ti y tu negocio. Puedes tener uno pequeño o crear la empresa que conquistará el mundo. Ambos propósitos están bien, todo depende de lo que quieras tú.
  • Nunca pierdas de vista la regla más básica de los negocios: los ingresos deben ser superiores a los gastos, de lo contario no tendrás negocio, tendrás solo un hobby, y muy caro.
  • El ADN de un emprendedor es lidiar con los problemas y desarrollar la habilidad de convertir lo difícil en ventajas y oportunidades.
  • Para ser un emprendedor exitoso, tienes que convertirte en el mejor estudiante, en la persona más conocedora acerca de tu industria, de tu competencia, reconocer tus fortalezas y tus debilidades y entender contra qué y contra quiénes te estás enfrentando.
  • Conoce tus números. Son el estado de salud de tu negocio. Saber tus números es tener una radiografía completa de lo que está sucediendo con tu negocio o emprendimiento.
  • Un gran emprendedor tiene que tomar ciertas decisiones muy duras. Sacar a alguien del equipo porque no está alineado con los objetivos que persigues es una de ellas.
  • Debes buscar siempre la forma de innovar, tus fórmulas de éxito del pasado no te garantizan el éxito en el futuro.
  • Enamora a tus clientes. No basta con buscar que el consumidor esté satisfecho, hay que buscar la manera de hacerlo sentir especial y único.
  • No escatimes en acciones que ayuden a mejorar la rentabilidad, por pequeñas e inofensivas que parezcan. Enfócate en aquellas decisiones que produzcan mayores resultados, pero todas las acciones suman.
  • En una negociación, saber escuchar con atención es una gran estrategia. Esto te ayudará a entender lo que es importante para tu contraparte y así podrás proponer opciones, soluciones y acuerdos ganar-ganar.
  • Uno de los pilares más importantes del éxito en cualquier organización es la administración y control de costos. Como emprendedor, debes buscar implementar políticas y estrategias para controlarlos y reducirlos, sin que esto afecte la calidad de tu producto o servicio, ni la satisfacción de tus clientes.
  • Busca formas creativas de darle la vuelta a los problemas, de encontrar el “cómo si” y olvidar las creencias como el “eso no se puede hacer” o el “siempre lo hemos hecho de esta manera”.
  • Eres un buen líder cuando entiendes que, muchas veces, las personas que trabajan para ti saben más que tú y tienen más experiencia en su área. No puedes saberlo todo. Tienes que ser lo suficientemente humilde para escucharlos y así poder tomar decisiones.
  • No es el dinero, o la falta de este, o la idea millonaria lo que le hará ganar a tu negocio. La ejecución, el enfoque, la estrategia y el trabajo en equipo son los responsables de que puedas conseguir los resultados que esperas, además de la pasión por lo que haces y la actitud con la que enfrentas las adversidades. Eso es lo que construye el puente entre tu negocio y el éxito.
  • Si ambas partes no resultan ganadoras, entonces no fue una buena negociación. Un escenario ganar-ganarte abrirá siempre la oportunidad a futuros negocios. 
  • Identifica las fortalezas y debilidades de tu contraparte, pero también las tuyas. Ahí está el camino por el que debes ir a negociar. 
  • Ten siempre una actitud positiva, se amable y conquista a tu contraparte. Es más difícil decirle que “no” a alguien con quien hubo empatía y cordialidad. 
  • Nunca rompas los puentes por donde alguno de los dos pueda regresar a negociar. No todos los negocios se cierran a la primera.
  • Separa a la persona del trato y al negociador del negocio, porque a veces los intereses pueden ser diferentes. 
  • Aprende a ver oportunidades en donde, a simple vista, todo mundo ve un problema. 
  • No te cierres y siempre busca alternativas diferentes a las que están puestas en la mesa. Usa tu creatividad para encontrar nuevas variables que no se están negociando pero que pueden ser de bajo costo para ti y de gran valor para el otro, y viceversa. 
  • La información es la reina. Estudia a tu contraparte, pero no solo la empresa sino también a la persona. Entre más información tengas, más oportunidades tendrás de cerrar un buen trato. 
  • Siempre llega a la mesa con una estrategia clara de negociación, pero nunca dejes fuera tu intuición. 
  • Aprende a leer el lenguaje corporal. A veces lo que no se dice es aún más importante que las palabras. 
  • Ofrece cerrar el trato rápido, con certeza y sin complicar el proceso.
  • Al final de todo, en cualquier situación, la verdad es lo único que “sobrevive”. 
  • Conducirte de forma poco ética pone en riesgo no solo tu negocio, sino uno de los activos más importantes que tienes y que te ha tomado tanto esfuerzo construir. tu reputación. 
  • Rodéate de personas honestas y apasionadas para construir un equipo, buscar un socio para tu negocio o para invertir. No hacerlo puede resultarte muy peligroso y caro. 
  • La familia es la base de todo y la institución más importante para forjar los pilares de un individuo, una sociedad y un país. 
  • Si quieres construir algo grande, tu único camino es el trabajo duro y constante. 
  • La pasión es el combustible que alimentará tu proyecto y, en muchas ocasiones, es la diferencia entre el éxito y el fracaso. 
  • No hay mejor ingrediente para la pasión que agregar valor a la vida de los demás.
  • Los valores son tus propias reglas del juego, tus estándares de comportamiento y aquello que te permitirá crear un juicio de lo que es realmente importante para ti en la vida. 
  • Siempre busca que tu contraparte haga la primera oferta. 
  • Que no te dé pena ofrecer, aun cuando creas que tu oferta está muy por debajo; al fin y al cabo, estás negociando.
Fuente: Arturo Elías Ayub/El Negociador

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Mi perfil

Julio Carreto:
Ingeniero Civil, Maestría en Administración con especialidad en Comercialización Estratégica.
Diplomado en Mercadotecnia, Diplomado en Administración de Ventas.
Consultor Especialista en Planeación de Negocios, Planeación Estratégica y Comercialización Estratégica.
Catedrático de Maestría, Diplomado y Licenciatura

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