En virtud de toda la
argumentación anterior, cabe ya hacer referencia al aspecto conceptual del
marco de la distribución o logístico; así, la definición de distribución o
logística se ciñe a la gestión del flujo y de las interrupciones en él, de
materiales (materias primas, componentes, subconjuntos, productos acabados y
suministros) y personas asociadas al proceso de distribución o logístico de una
empresa.
Desde otra aportación, la
logística congregaría los ejercicios de planificación, organización y control
del conjunto de actividades de movimiento y almacenamiento que facilitan el
flujo de materiales y productos desde la fuente al consumo, para satisfacer la
demanda al menor costo, incluidos los flujos de información y control. La
traducción de este terreno conceptual se asocia al tradicional contexto de la
distribución donde se afirma que el producto adquiere su valor cuando el
cliente lo recibe en el tiempo y en la forma adecuada, además de al menor costo
posible.
El concepto moderno de logística
que se aplica en las organizaciones actuales, viene caracterizado por jugar un
papel protagonista en el plano de integración de las actividades del sistema
técnico-productivo, cuyo máximo exponente tiene que ver con el aseguramiento de
un flujo que se dirige a suministrar al cliente los productos y servicios
demandados teniendo en cuenta su solicitud desde el mismo momento que surge la
necesidad, eso sí, cumpliendo con los estándares de calidad y los costos que se
está dispuesto a pagar. De esta forma, se centra su actividad en la
coordinación de las actividades para asegurar un flujo que garantice un alto
nivel de servicio al cliente y de optimización de recursos en la dirección de
operaciones, tal y como ha sido expuesto en la Unidad didáctica 5.
Las principales áreas implicadas
en esta temática son:
§
Almacén.
§
Recepción
de suministros.
§
Aprovisionamiento
y compras.
§
Transporte
externo.
§
Transporte
interno.
§
Transporte
interempresa.
§
Distribución.
§
Tratamiento
y atención de los pedidos.
§
Reciclaje
de residuos y de los productos desechados por el cliente.
§
Planificación
de la producción.
§
Control
de producción.
§
Información
y comunicaciones.
§
Control
de calidad.
§
Mantenimiento.
§
Ventas.
Desde este punto de vista pudiera
parecer que el sistema logístico se responsabiliza de la gestión de todas las
actividades anteriores, no obstante, su labor central es la de realizar la
coordinación de las variables que son inherentes a cada una de ellas con el fin
de garantizar esquemas de funcionamiento y soluciones integrales para la
ejecución de un flujo racional que asegure un alto nivel de servicio al cliente
con un costo mínimo asociado.
Los planteamientos flexibles en
los negocios se trasladan también a esta realidad, donde se produce una
tendencia clara hacia la autonomía de las actividades o de los eslabones de la
cadena; eso sí, dentro de un marco de integración que proveen las tecnologías,
lo que supone la búsqueda de sistemas ágiles para responder al cliente, métodos
innovadores que aporten valor añadido. Este planteamiento radica en la
aceptación de una filosofía de negocio participativa, plena de interacción.
El sistema logístico de la
empresa suele contar con las opciones de un marco de oferta externo, pudiendo
utilizar el servicio de determinados agentes del entorno a través de alianzas y
subcontratación (outsourcing), siempre buscando mejores niveles de
especialización que retornen en la consecución de economías. En este sentido,
el citado sistema logístico trata de equilibrar dinámicamente un esquema de
coordinación permanente con todos los elementos de la arquitectura de
funcionamiento.
Para la estrategia y operativa de
la logística se construye un plan estratégico alineado con el plan estratégico
del negocio, donde se detalla la misión, visión, objetivos estratégicos y
programa de acciones para guiar la gestión logística en todos los niveles, es
decir: la planificación de los inventarios, el suministro, las recepciones de
productos, su movilidad, los servicios de terceros, la distribución y el servicio
a los clientes. Ante esta perspectiva se evita el sesgo asociado a la
tradicional gestión de incidencias o reclamaciones para formar parte de un
planteamiento proactivo que juega un papel clave en la mejora de la
competitividad de la empresa.
La planificación se debe basar en
información, situaciones y hechos lo más precisos posible. Planificar es una
labor intelectual, por lo que hay que adelantarse a los hechos, anticipando
variantes que pudieran producirse, así como la forma de encarar los imprevistos;
en consecuencia, hay que estipular un esquema de actividades y sus secuencias.
Algunas de las características principales que se deben tomar en cuenta al
hacer una planificación son las siguientes:
§
Aclarar,
ampliar y determinar los objetivos organizativos.
§
Definir
las previsiones.
§
Establecer
las condiciones y suposiciones bajo las cuales deben desarrollarse las
actividades.
§
Seleccionar
e indicar las tareas para el logro de los objetivos.
§
Establecer
un plan de hitos.
§
Fijar las
políticas.
§
Planear
estándares y métodos para cumplirlos.
§
Anticipar
los problemas futuros.
La cadena logística explica el
sistema técnico de la empresa (aprovisionamiento, producción, distribución)
aplicando diferentes mecanismos o técnicas tales como: MRP (manufacturing
resources planning), Kanban, JIT (just in time) y otros. En la misma
línea de interrelación con otras materias, como es el caso de la calidad, el
sistema logístico se postula también dentro de unos principios y mecanismos que
tratan de evitar que ningún proceso, ningún producto o material que no reúna
los requisitos de calidad, pase a una fase posterior.
En el plano económico, el enfoque
logístico pretende respaldar la optimización de los costos; no obstante, su
vector de desarrollo va más allá del control y análisis de los costos
logísticos, sino que sistemáticamente establece programas para la mejora del
valor del producto en virtud de los requerimientos y expectativas de los
clientes, donde además están implicadas todas las estructuras de la empresa y
el marco de colaboradores o suministradores.
Desde un plano sintético, un
sistema de logística está compuesto por tres áreas generales, a saber: gestión
de materiales; gestión de la transformación y gestión de la distribución
física. La primera se ciñe a la relación logística entre una empresa y sus
proveedores. La segunda gira alrededor de la relación logística entre las
instalaciones de una empresa (entre planta y almacenes o centros de distribución,
interplantas, etc.). Finalmente, la tercera es la que atiende al marco
relacional entre la empresa y sus clientes.
Actualmente, la función logística
se enfrenta a retos importantes respecto a la política de almacenes, cuestión
que también es clave en el dinamismo de la distribución, lo que conlleva el
despliegue de una tecnología que permita flexibilizar el comportamiento de los
agentes que se dedican a esta tarea. En esta línea, los últimos desarrollos
tecnológicos han facilitado que las diferentes áreas de la empresa estén
comunicadas entre sí, para lograr la máxima eficiencia en el sistema.
ALMACENAMIENTO
Y TRANSPORTE INTERNO
La política de cualquier almacén
se basa en el cumplimiento de criterios de utilización máxima de su capacidad,
garantizando una organización optimizada tanto en lo referente a su
accesibilidad como al hecho de permitir un ágil tratamiento de los ítems
almacenados. En muchas ocasiones la operativa suele estar automatizada, incluso
las condiciones físicas y medioambientales se controlan para contar con una
adecuada conservación de la mercancía, o también por motivos de seguridad e
higiene para el personal.
Dentro del ámbito del transporte
interno se cuenta con métodos que permiten la identificación permanente de los
lotes o ítems durante su tránsito dentro de la empresa, utilizando sistemas de
gestión informatizada de la producción, del aprovisionamiento y de la
distribución; garantizando una elevada satisfacción de las demandas internas de
material, ya sean repuestos, productos intermedios o terminados, cuyo desempeño
logra altos niveles de agilidad y favorece el mantenimiento de pocos
inventarios, lo que a su vez permite una alta rotación de los inputs almacenados
evitando excesos y obsolescencia de los mismos.
INTEGRACIÓN
DE LA CADENA DE SUMINISTRO
La integración con el ámbito de
los proveedores ha sido una constante en la evolución de las organizaciones,
donde la producción y el suministro se observan como realidades conectadas de
forma ágil, lo que implica el interés por la participación del proveedor en los
procesos para la mejora continua y la aportación de ideas para los proyectos
innovadores, lo cual se fomenta con un intercambio informativo y tecnológico.
En este sentido, parece confirmarse una cierta tendencia hacia la reducción de
la cantidad de proveedores buscando relaciones más estables, dado que se quiere
mantener el sistema de calidad implantado y se requiere un sistema de
certificación de los proveedores y de coordinación con ellos para la mejora de
los resultados.
También es claro el planteamiento
de dar entrada a los clientes con el propósito de consolidar el interés y la
satisfacción con la oferta, todo ello además en un contexto tecnológico que no
solo permite mayores canales de interacción sino que también configura
herramientas que se centran en el análisis de la traza de movimientos que
realizan los clientes, facilitando una serie de datos que pueden ayudar a las
estrategias de logística y de oferta, buscando cada vez mayor personalización.
El cliente mantiene una relación permanente con la empresa y tiene acceso en
cualquier momento a la información sobre el estado de su pedido y sobre el
proceso productivo del mismo.
En ambos casos, se promueve el
establecimiento de políticas, procedimientos y estándares en conjunto con los
proveedores y con los clientes, con el fin de lograr racionalidad y
optimización a nivel de toda la cadena de suministro.
LAS TIC
EN EL CONTEXTO LOGÍSTICO
El desarrollo de la función
logística, dada su complejidad actual, requiere un uso extenso y efectivo de
las TIC, a saber: ordenadores, redes, códigos de barras, tecnología de
captación de información, tecnología EDI o de intercambio electrónico de datos,
etc., permitiendo no solo la coordinación adecuada de las actividades, sino
también la consulta de un usuario del sistema para conocer la situación del
proceso en tiempo real. Así, los directivos del ámbito logístico de la empresa
cuentan con una accesibilidad a la información importante, no solo a nivel de
las transacciones, sino también de los indicadores de control, todo ello dentro
de una tendencia online sobre el estado del sistema logístico
que le permite una mejor toma de decisiones.
Toda la funcionalidad de las TIC
facilita actualmente la articulación de un contexto de integración de los
sistemas informáticos, tanto de los pedidos de los clientes como de las
perspectivas de demanda, planificación de la producción, compras, facturación,
control de inventarios, costos y ventas, etc.
Insistiendo en este
planteamiento, la gestión de cada una de las actividades que se coordinan por
la logística requiere el empleo de un software específico para
el tratamiento de la información y la ayuda a la toma de decisiones; aplicando
algoritmos «expertos» para la búsqueda de las opciones más interesantes.
DISTRIBUCIÓN
Y TRANSPORTE EXTERNO
Dentro del contexto del
transporte externo es importante delimitar el tipo de medio que sea más
adecuado a la carga, tratando de independizar los pedidos de la forma más
autónoma posible, factor que garantiza cierta personalización en los procesos
de entrega además de proporcionar un marco de ajuste a los requerimientos
particulares de cada cliente.
Como parte fundamental de esta
actividad se encuentran las operaciones de carga y descarga, trabajo interno en
almacenes y talleres en los que se busca el mayor nivel de automatización con
el fin de no producir interrupciones en las operaciones de producción y
transporte.
En todo este proceso suele
acompañar un cierto requisito de manipulación, donde influyen directamente las
condiciones físicas y medioambientales, lo que supone preocuparse por
garantizar una adecuada conservación de los materiales dentro de un marco de seguridad
e higiene para los trabajadores.
Fuente: http://bit.ly/15Bcn8P
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